Decir Otazu en Navarra es decir historia, arte y vino.
Otazu desborda solo a una bodega, es un señorío que recoge la cultura de muchos señores que ocuparon el palacio renacentista desde el XVI. No fue hasta el 1840 cuando la construcción de la bodega al estilo de los chateaux franceses se sumase al complejo cultural del señorío. Se cuenta que fue la primera bodega de la comunidad fuera de un núcleo urbano y que elaborase vino de solo una finca. Toda una revolución vitivinícola por aquella época.
Otazu cuenta con diferentes series de vinos. Unos están acogidos a la DO Navarra y otros a la DOP Pago. Este que nos ocupa se encuentra dentro de la primera. Una de las particularidades que comparten sus vinos es que están influidos por un particular microclima. Su marcada ascendencia atlántica les aporta viveza acidez y frescor, permitiendo una integración del alcohol y favoreciendo la crianza. Este es el caso de este Chardonnay con 3 meses de barrica en el que se expresan elegantemente las pieles de manzanas ácidas, aromas de melocotón, piña y cítricos.