Luis es único y Masusta es único. Para nosotros significa muchísimo este vino. Lo conocimos en su primera elaboración, hemos visto como ha ido evolucionando a lo largo de las añadas. Conocemos la viña y una de las añadas, la vendimiamos parcialmente (no la terminamos porque somos unos flojers). Parece poco, pero esa implicación con un vino, es difícil de igualar.
La viña de Masusta tiene más de 60 años, es una viña de vaso reconvertida a espaldera en la zona de Cárcar (Ribera Alta de Navarra), con troncos gruesos y brazos fuertes. Produce alrededor de 3500 kgs/hectárea de Garnacha tinta de gran calidad y con ella se hacen 3000 botellas.
En la viña hay flores silvestres, hierbas aromáticas destacando el romero y el hinojo y una gran zarza (masusta es zarza en euskera). Y es que Luis trata esa viña de la manera más respetuosa posible, minimizando año tras año los productos de síntesis a aplicar y elaborando en consecuencia los vinos. Su filosofía es que los vinos deben ser puros y sin maquillaje.